Los gametos son células sexuales que contienen la mitad (23) del número de cromosomas que las células somáticas del resto del organismo. Son responsables de llevar a cabo el proceso de reproducción el cual se cumple en tres fases: ovulación, fecundación e implantación.
2.1. La ovulación, se produce en la mitad del ciclo menstrual cuando un folículo maduro
se rompe y libera el óvulo. Una vez expulsado el óvulo, este se mantiene fértil por un período de 24 o 48 horas hasta ser fecundado por el espermatozoide.
2.2. Fecundación: una vez expulsado el óvulo y capturado por la trompa uterina, se inicia el proceso de migración del óvulo a través del oviducto tubárico. En su trayecto por la trompa, específicamente en el extremo distal, el ovulo es fecundado por el espermatozoide, luego, se fusionan sus núcleos, se intercambian su cromosomas y se
produce la división celular formando así el huevo o cigoto.
2.3. Implantación: El huevo ya formado desciende a la cavidad uterina donde se anida y se implanta en el endometrio con la finalidad de recibir los nutrientes maternos lo que permitirá el sano crecimiento y desarrollo embrionario y fetal. El huevo implantado en forma de blastocito, lo conforman dos grupos celulares: las células internas cuya función es formar el embrión y la externa formará la placenta que lo protegerá y lo nutrirá durante todo el embarazo. Durante la formación y crecimiento embrionario en la cavidad uterina, el cuerpo lúteo se encarga de suministrarle los estrógenos y progesterona suficiente para mantener un desarrollo favorable.
Cualquier alteración que se produzca antes, durante y después de la fecundación, capaz de interferir con el proceso de ovulación, fecundación, formación del cigoto, migración tubárica, implantación en el endometrio y posterior desarrollo embrionario y fetal; son causas de infertilidad en la pareja.
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